SIN GOBIERNO NO HAY DRONES!!!
Como todos sabéis, la normativa
actual que regula el uso de drones data de un reglamento redactado/adaptado en
2014; recordemos que un drone es aquel aparato, ya sea terrestre, aéreo o
acuático capaz de desarrollar rutas de forma autónoma, con asistencia humana opcional (piloto de drones),
Pues bien, se esperaba que para
comienzos de este año, allá por marzo auguraban los más adelantados de la
clase, hubiese aprobado y en vigor un nuevo reglamento algo menos restrictivo
que nos permitiese volar con “menos rigidez”….
Por un lado, se esperaba cierta
flexibilización en lo que a usos lúdicos de nuestros aparatos se refiriese
(ampliación de la distancia máxima de separación máquina-piloto, etc) así como
una racionalización a la hora de permitir el uso profesional de este tipo de
naves con el fin de estimular la aparición de un nuevo sector industrial
(agricultura de precisión, video grabación aérea, vigilancia, etc)
¿Realmente qué ha ocurrido? Pues
ni más ni menos que la situación política que quedó en suspenso a finales de
2015 con motivo de las elecciones generales y lo que ha venido detrás, por
todos conocido y que aún no ha quedado resuelto (y lo que parece que aún
queda…) han hecho que dicho reglamento, muy deseado por el sector y los
aficionados, siga “durmiendo” en un cajón a la espera de ser aprobado.
¿Por qué os cuento esto hoy? Pues
porque ha llegado hasta mi uno de esos casos en los que te da rabia ver cómo
alguien quiere unir afición con trabajo, invierte tiempo, esfuerzo y dinero, se
somete a la burocracia y el papeleo para montar una pequeña empresa para después
no poder empezar su actividad profesional porque dicho reglamento está sin
aprobar.
Se trata de un ejemplo de
utilidad profesional, en la cuál, un sencillo drone polivalente, como podría
ser nuestro Kit-Drone, sirve para realizar inspecciones de tejados, cubiertas y
partes altas de edificios (naves industriales, monumentos, edificios altos,
etc) ofreciendo al cliente no sólo una grabación a altísima resolución, la cual
poder revisar a todo detalle en una TV tantas veces como se desee, sino una
primera inspección al detalle a través de un monitor FPV, observando y guiando
al operador de qué quiere ver o grabar (en tiempo real).
Tradicionalmente, para
inspeccionar el estado de tejados o canales de recogida de agua de lluvia
hacían falta o mejor dicho, hacen falta, dos operarios, escaleras amplias, y
tiempo, mucho tiempo.
La idea de “nuestro amigo” no ha podido ser más sencilla;
con un drone bien armado y equilibrado, una cámara 4K conectada a un emisor de
video, se posiciona bajo el objetivo con el cliente y recorre en unos pocos
minutos y con varias pasadas el objetivo, al mismo tiempo que el cliente hace
sus indicaciones y apreciaciones.
En unos pocos minutos, el cliente tiene una
evaluación del tejado de su unifamiliar, la cubierta de su granja o el estado
de un nido colocado sobre un alero de la torre del campanario del
ayuntamiento….
Fácil, rápido y más económico imposible….
Todo esto, tendrá que esperar, al
menos, un largo tiempo más, hasta que dicho reglamento se apruebe.
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